viernes, 27 de marzo de 2009

Fear no more

Dias de lluvia y aguanieve. Normal que empiece a mostrar los primeros síntomas de resfriado... Hoy será pues un día de tranquilidad y relax, a lo mejor pongo una lavadora... pero tendrá que ser antes de que se haga de noche...

El domingo pasado hice la primera colada. Sabiendo que tan solo hay una lavadora para 250 personas supuse que de madrugada sería el mejor momento para encontrarla libre. Así que me empecé a informar sobre el proceso. 'Tienes que bajar a recepción y comprar una ficha por dos euros. La lavandería está en el -1, solo tienes que seguir las flechas de los carteles'. Me comentaron los españoles. El -1... una vez el ascensor me llevó por error al sótano y el panorama era peor que el dibujado en las leyendas e historias de sombras, ruidos extraños y puertas que se cierran que recorren esta residencia vecina de un hospital y alejada de la civilización.

'¿Y hay secadora?' pregunté intrigado. 'Sí, pero tarda dos horas, es mejor secarla en la habitación'. Bueno, al fín y al cabo tenía que leerme dos libros en portugués así que tiempo tenía...

A las doce de la noche agarré las dos bolsas del Carrefour en las que había metido la ropa sucia. Cogí el detergente y el suavizante y me puse en marcha. Ni que decir tiene que por mucho que esta sea una residencia erasmus, a las doce hay el mismo ajetreo que habría en cualquier residencia española un lunes de agosto a las tres de la madrugada, es decir, no había un alma. Aunque aún no sabía con lo que me encontraría unos minutos después.

Mientras bajaba en el ascensor solo pensaba en los libros y una vez que sus puertas se abrieron en buscar las dichosas flechas. La primera imagen es desoladora. Mesas rotas, sillas amontonadas, cajas, carritos y maderas se agolpan por las esquinas. La iluminación es bastante escasa y atinar con los interruptores una proeza. La primera flecha era facil de encontrar gracias a la luz de algún pasillo que iluminaba no mucho pero lo suficiente como para ver que el techo consistía básicamente en tuberías, cañerías y esa especie de tubos enormes plateados típicos de almacenes y supermercados. Y de fondo sonaba lejana una melodía bonita pero sospechosa al proceder de paradero desconocido.

La primera flecha me obligaba a seguir un pasillo iluminado entre taquillas típicas de instituto americano. Mientras la melodía sonaba un poco más cerca y lograba identificarla como de violín, una segunda flecha me obligaba a escoger entre dos pasillos aquel que no tenía luz, dejando tras de mí uno bien iluminado pero exageradamente largo... Con la luz a mis espaldas encontré la tercera flecha en un hall a oscuras. El violín estaba empezando a tocar -además de las narices- esa música de suspense que deja de ser bonita para empezar a ser angustiante y que te eriza los pelillos de la nuca, hacía un frío polar y no encontraba el maldito interruptor. Momento en el que un extraterrestre, un asesino en serie, un puñetero poltergeist o la criatura Gollum tienen la manía de entrar en acción. Pero no... de momento no.

Encuentro el interruptor y enciendo los halógenos de quirófano tras su común y largo parpadeo. Ahora veo la flecha, la última, que me invita a seguir recto, atravesar un pasillo, y entrar en una habitación que se veía a lo lejos, con la puerta abierta y las luces apagadas donde ET habría sido feliz, dentro de la cual había otra puerta... de donde procedía la dramática melodía del violín que indicaba que algo estaba a punto de pasar: o me atacaba el tiburón de Spielberg o me salía corriendo del pasillo un niño asiático con los ojos vueltos para atrás.

Crucé la sala oscura de ET y el violín sonaba histérico aquí al lado. Así, con sospechosos ruidos a mis espaldas, dando por hecho que detrás de esa puerta se encontraba la vieja de Psicosis y planteándome hacer la colada otro dia, apoyé la mano en el pomo y lo giré abriendo la puerta muy despacito...






4 comentarios:

sariña dijo...

y......¿qué pasó?oye?tas vivo o has sido atacado por una criatura de otro mundo?mmec,mpec,mpec,mpec!!!bueno, a mi tan solo decirme:"tienes que bajar al sótano a hacer la colada"prefiero tirar toda la ropa sucia e irme comprando ropa a medida que ésta se vaya ensuciando...además, segurísimo que se me aparece una cucaracha bruseliana, ya se sabe, mucho peor que las españolas....jejejejejeje. Bueno, lograste haceer la colada?

Germán Van der Walle dijo...

Jejeje cucarachas aún no he visto aunque me han comentado que suelen aparecer por las habitaciones... mientras no me aparezca dentro del pantalón va bien... Besos¡¡¡

Myriam dijo...

pero bueno!!! cómo puedes ser tan malo de dejarnos con esta intriga!!! cuentanos cómo acaba la cosa y por qué hay que hacer la colada de día...

Sara dijo...

Holaaaa Germiiii!!

Oyeeeee no nos dejes con la intriga!!! Cuenta, cuenta, que yo siempre empiezo los libros por el final para luego leerlos tranquila!