viernes, 3 de abril de 2009

The other woman

La primavera ha explotado de repente en Bruselas. Si hace una semana daba pereza solamente pensar en salir a la calle, hoy da pereza quedarse en casa. Con las suaves temperaturas que estamos viviendo las calles se llenan de gente comiendo helados y con ropas veraniegas. Esta mañana he aprovechado el buen tiempo y el fin del catarro para hacer unas gestiones que había pospuesto. Así, he pagado la habitación y por fin me he sacado el abono mensual. 44 euros por ser mayor de 25 años, toma impuesto a la longevidad. Aún así me sale muchísimo más rentable que el goteo de dos euros por trayecto en metro o bus. Como he terminado pronto gracias a la impecable organización de las ventanillas bruselianas donde las colas sencillamente no existen, he decidido visitar a quien, desde mi punto de vista absolutamente personal, supone un monumento a la estupidez.

Ya os he hablado en alguna ocasión del Manneken Pis, escultura del s.XVII que ha padecido mil y una calamidades a lo largo de sus casi 400 años y que supone uno de los símbolos más queridos de Bruselas. Pues bien, en 1985 las feministas exigieron una versión femenina del Manneken, porque lo de la conciliación y la igualdad de salarios se ve que ya eran asuntos superados y lo verdaderamente importante era poner fin al machismo adorador de angelotes descarados levantando un monumento a una pequeña feminista meona. Hombres del mundo, uníos y exigid una versión en machote de la Maja.

En fín, la niña en cuestión es conocida como Jeanneke Pis y está justo al lado de la cervecería tan famosa de la que os hablaba el otro día y cuyo nombre por fin he recordado: Delirium. Para llegar a la Jeanneke hay que atravesar las Galerias Reales San Humberto que podeis ver más arriba y que serían el equivalente belga a la Galleria Vittorio Emanuele de Milán o el Pasaje de Lodares de Albacete. A mitad de la Galería se abre una calle a un lado que para mí es uno de los rincones más bonitos de Bruselas. Se trata de una callejuela retorcida y estrecha llena de restaurantes a ambos lados. La gente se pega atracones de marisco en las terrazas o dentro de los restaurantes los más tímidos. Hay de todo, restaurantes baratos y otros de pitiminí, pero lo que hace a esta calle única es el olor a pueblo pesquero que de vez en cuando te pega cuando pasas por delante de una marisquería. Aquí os dejo unas fotos.



Y es precisamente al fondo de un pequeño callejón que se desvía de esta pintoresca calle donde encontramos entre rejas a la Jeanneke Pis, aquí la teneis.

3 comentarios:

Sara dijo...

Jajajajajaja!! Pero por Dios!! Qué idea lo del manneken versión femenina! Están locas o qué??? Tú te crees que es normal?? Jajajaja! Qué poca feminidad!

La callejuela me ha gustado mucho y si hacen marisco, mucho más!

P.D. Realmente no sé si reir o llorar...estoy ESCANDALIZADA!

Myriam dijo...

Precisamente el otro día, no me acuerdo de con quién ni dónde, pero estuvimos hablando de que creiamos que había una versión femenina del "niñó meón". A ver si me acuerdo de con quién era y le enseño esta foto tuya...
La callejita esa tiene pinta de ser de entrar ahí a comer y no salir... mmmm.. que rico...
Date un atracón por mí.. de momento que a ver si más adelante puedo ir yo. Hasta cuándo te quedabas ahí?

Germán Van der Walle dijo...

Hola Sarita¡¡ Pues sí, pq mira que es fea la muñeca... que parece que esté liberando a Willy y encima se le sale un trozo del tubito jajajajajajajaja.

Hola Myriam¡¡¡ Pues fijateqe casualidad que aquí tienes la prueba de que existe la meona XD. Pue a ver si pegas un salto¡¡¡ Yo en principio estoy aquí hasta finales de agosto pero espero haber encontrado otro trabajo para entonces y quedarme algún tiempo más... besos¡¡