domingo, 21 de noviembre de 2010

Sweet Escape

Llegaron, removieron recuerdos y anécdotas, crearon algunas nuevas, y se fueron. Así han sido los dos días en Bruselas con las Ratochas. Esta vez el encuentro no se dio en un laberinto como aquella mañana de julio del 2009, primera visita de las Ratochas a una Bruselas muy diferente entonces... lo que no ha cambiado es la despedida tras el cristal de un autobus y la sensación tan extraña que se me queda después al volver a una rutina en la que soprendentemente se habían integrado en tan solo dos días. Será que me estoy haciendo un blando o que conforme pasan los años cargamos con más equipaje pero aunque es la tercera vez que hago este recorrido en tres meses, no me acostumbro en absoluto. 





2 comentarios:

Sara dijo...

Será...acaso...que te estás haciendo mayor, no se..digo yo..
Me alegra mucho saber que lo habeis pasado de fábula, ellos son los amigos que perduraran el resto de tu vida hijo.
Otra cosa, si te estas haciendo blandengue no te quiero ni contar el opá y la omá como están, el blandiblu a nuestro lado, jajajaja es una mierdita! jajajaja

Germán Van der Walle dijo...

Lo hemos pasado genial¡¡¡
Y si me hago blando aprieto la mandíbula y levanto la barbilla ;p