domingo, 2 de agosto de 2009

Exposé


El viernes triunfó la barbacoa. Se nos hizo de noche casi sin darnos ni cuenta, ¿y qué hacer cuando el sol se pone y empieza el fresquete? Pues buscar un techo, pero como el de la resi ya lo tenemos muy visto... mejor el de alguna discoteca. La entrada de 15 eurazos echaba bastante para atrás, pero bueno, la única discoteca de Bruselas se hace valer y aunque al principio estaba un poco desangelada, rápidamente se fue llenando de gente pero sin los típicos codazos a la española, ¿sería por los 15 euros? ¿sería cosa de belgas el pasar de las discotecas? Sea como sea nos lo pasamos muy bien, tanto que se nos empezó a remover la conciencia y nos empezamos a sentirnos infieles. No podía ser que una noche nos divirtiésemos en un sitio que no fuera el Delirium, así que con el arrepentimiento del adúltero, fuimos a visitar a la vieja dama cervezera por lo menos para tomarnos la última mientras cerraba. Eso pasó el viernes.



El sábado fui a visitar la que podría ser mi próxima casa, a partir de octubre, pero la imagen fue un poco desoladora. Lo de los 10 minutos andando a Schuman puede ser verdad si andas muy, muy rápido, pero para un ser humano medio, incluso para uno crecido en Madrid, tardar 20 minutos es lo más normal. El barrio no es que sea feo, es que es de esos barrios que te transmiten sensación de inseguridad y abandono... el piso por dentro no desmentía esa sensación. Un salón enorme a modo de recibidor con una cocina llena de cacharros y porquería en un lado y tres tristes sofás en otro frente a una tele pequeñita... ese es el único punto del edificio en el que hay internet así que para conectarse al mundo te obligan salir de tu cuarto, vaya por Dios, con lo a gusto que se está recién levantado y sin haberse lavado aún la cara, con un cafetito y la primera página del periódico... En ese momento empecé a sonreir, no de felicidad precisamente. Me reía porque tenía la impresión de que el tipo que me enseñaba risueño el piso sabía perfectamente lo que estaba pensando. Y lo que estaba pensando es que no hacía falta que me enseñase más edificio, que con eso me bastaba y que me piraba... A lo mejor por eso el tipo me llevó casi corriendo hacia las escaleras.

Las estrechas escaleras subían y subían decoradas con sábanas tendidas en el pasamanos y toallas secándose al fresco... ropa tendida también por los pasillos y unas habitaciones que daban pena. De tamaño eran muy parecidas a las de aquí, Jette, pero desde luego en cuando a calidez y comodidad... parece mentira que acabe aplaudiendo esta cochiquera desde la que escribo. Me enseñó tres habitaciones, cada cual peor que la anterior. Cuando me asomé a la ventana de la tercera y ví un tejado lleno de trastos oxidados y antenas, entendí la importancia de unas buenas vistas. 'La habitación está un poco sucia porque aún no la hemos limpiado', me explicó el hombre cuando vió la cara de repelús que no pude evitar antes de volver a sonreir, a partirme de risa solo por pensar que el tipo ese creyera que me iba a quedar ahí. Y entonces me vendió el lujo que supone tener lavadora en casa, algo que por supuesto le reconocí... En 15 minutos finalicé el tour quedando con el tipo aquel en que antes de finales de agosto le daba una respuesta...

Antes de llegar al piso patera había recibido un sms de Markés. 'En cuanto salgas de ver el piso vente a casa y miramos donde ir con el coche.' Avisé a un chaval español que llegó hace un par de meses a la resi y unas horas después habíamos visitado un lago sacado de un cuadro y un castillo rodeado de bosques y pradera. La guinda fue el pic-nic en el campo de batalla de Waterloo. De vuelta en el coche se nos cruzó fugazmente la idea de pasar por el Delirium... pero rapidamente la desechamos con un movimiento de mano.




Hoy domingo el día ha transcurrido bastante tranquilo preparando la maleta grande, la que dejaré en Bruselas y en la que he metido el grueso de mis pocas pero pesadas posesiones. Esta noche hay música en vivo en el Floris, a dos metros del Delirium, así que sobre las diez de la noche podreis encontrarnos por ahí... pero en tres días no me busqueis, que estaré en Palma de Mallorca XD.

4 comentarios:

Sara dijo...

Qué fotos más chulas! Parecen postales.

Eso, eso, ve preparando las maletas y menos Delirium:P

Besos!!

Sara dijo...

...Y aquí en casa esperandote con los brazos abiertos, cariño, que mal me sienta saber que la omá no estará como siempre en el aeropuerto...

Isabel mamá de Laura dijo...

Alaaaa Germanitx!! Y como dices que tienes ganas de venir a Palma??? pero si no paras, que vidorra te estás dando!! que guay la barbacoa, yo también quiero!!
Qué clase de piso visitaste?? Ojette en comparación es un lujazo, y más si ahora la secadora seca la ropa de verdad! :D
Por cierto, nos vemos el 5 en el aeropuerto?? yo cojo el avión a las 11:35, sobre las 10 llegaré!

Paquito dijo...

Conozco la sensación (cuando buscas piso y te encuentras algún que otro tugurio)...

En París, yo viví en un guetto, en la zona éste, justo en la frontera con el 93 (Seine Saint-Denis: el hardcore hecho distrito)...

Encontrarás algo: siempre es así, no tengas prisa, sobre todo porque al final, siempre al final, todo acaba bien :-))

Un abrazote: ya debes de estar en tu isla, así que disfrútalo gamberrete :-))

Un abrazo,

paquito.