Live together die alone

Hoy los europeos estamos convocados a las urnas. Cientos de millones de ciudadanos hacemos lo mismo, o al menos deberíamos. Europa nos queda lejos y nos cuesta situar Bruselas en el mapa. Más dificil aún es señalar la ciudad francesa de nombre alemán donde reside la eurocámara. La Unión se ha empeñado desde hace semanas en espantar el fantasma de la abstención que recorre todo el continente favoreciendo el debate mediante una campaña institucional. ¿Que tipo de energía queremos? ¿Que tipo de fronteras queremos?. Es tu elección. La campaña no es mala, pero no sé quién fue el lumbreras que decidió concentrarla en el barrio europeo, donde quienes se topan con los carteles viven de las instituciones y tienen claro que votarán. En el resto de la ciudad encontrar un cartel incitando a votar es un reto. Y es que el barrio europeo es parte de Bruselas porque así lo dice el Ayuntamiento, pero en la práctica es una ciudad a parte, hermética y claramente diferenciada del resto de Bruselas, y es esa la ciudad que hoy vive alborotada por esta reconstrucción que padece cada cinco años.