lunes, 3 de enero de 2011

¡Corten!

Ya de pequeño me encantaban los típicos programas en los que te enseñan qué hay detrás de las cámaras. Ya fuese un making of o unas tomas falsas. Me quedaba con la boca abierta al comprobar como algo aparentemente cutre quedaba perfecto después de todo el montaje. Cómo nos engañan en la tele. Una casa sin paredes y sin techo, una calle en un estudio o una pantalla azul donde debería haber una playa... Hace años me convertí en público casi en asiduo de la Paramount Comedy donde nos cebaban con bocadillos y cubatas antes de sentarnos delante de los humoristas y pagarnos con seis euros... con tres pulgas de jamón y queso y dos copas de ron me daba por pagado sin embargo. Hace unos meses, en mi periplo madrileño en busca de trabajo volví a recalar en un plató, esa vez como figurante en una serie a estrenar, Qué fue de Jorge Sanz. Por una mañana y antes de servir copas en un bar fui el doctor Del Río y, entre risas mil, me colé en un making of con sus tomas flasas y trucos de mago al descubierto. Al final qué más da si apareces más en el video promocional que en el capítulo en sí... lo que de verdad importa es que haces algo nuevo y exótico, otra de esas cosas que solo puedes hacer en Madrid... o en Hollywood ;p

1 comentario:

Paquito dijo...

Contaba Antonio Banderas, hace años, en una entrevista con Conan O'Brien, que llegó a Madrid con 5.000 pesetas y que, su madre, temerosa de las malas artes de la capital, le preparó una especie de bolsillito en el calzoncillo para poder llevar el dinero...

Uno nunca sabe donde nos lleva el destino: a veces nos deja cerca de la parada a la que queremos ir y, a veces, acabamos exactamente en el punto contrario.

Fíjate tu si acabaras finalmente delante de una cámara, después de todo lo que has recurrido: sería la caña, ¿No? :-))

Un abrazote,

Paquito.