viernes, 2 de octubre de 2009

FR 9338

A las 6 de la mañana ya estaba yo haciendo cola para recoger mi acreditación como Gnomo Rastreador no sin cierta prisa… aunque aún no había salido de las instalaciones del europarlamento la sección de personal me parecía otro mundo. ¿Y usted quiere ser Rastreador a su edad? Me preguntaba con incredulidad una antipática Gnomo de Ventanilla. Pues sí, le dije yo muy orgulloso, para ello me requieren. No sin cierta muesca de desprecio, la joven me facilitó un documento que debía firmar después de leerlo… las normas básicas del Gnomo Rastreador eran dos: no interferir en la vida del sujeto rastreado y no leer sus pensamientos. Firmé. Unos segundos después la muchacha me hacía entrega de mi nueva acreditación profesional mientras me despedía de mi antiguo carnet de Hemeroteco y jóvenes Gnomos con cincuenta años menos que yo se arremolinaban admirando esa placa amarilla que en unos segundos les catalogarían como profesionales por primera vez. Y por primera vez en más de seis décadas iba a ver la luz del sol.

2 comentarios:

Sara dijo...

Qué bien Germán, un nuevo paso dado que seguro que te servirá de mucho. Disfruta lo todo lo que puedas de esta nueva experiencia que seguro que te abrirá muchas puertas.

Besos!!

Isabel mamá de Laura dijo...

oyeee, que el enanito se ha quedado mudo!! a ver si nos cuentas tus nuevas historietas por Bruselas!!!
bsos